Pusimos las cartas sobre la mesa, repartimos los dados en cada turno y entre mas lejos iba el juego mas apostaba. Las llaves, las fotos, las canciones.
Llegó el punto en el que tu controlabas mi fución simpática cardiaca. Fuimos mas allá, pusimos mas y mas. Sé que falle alguna vez, Pero me jugué todo por tí. La torre avanzaba y ocupaste la estrategia de no mover al rey.
Jugamos un juego sin reglas, porque en el amor no hay límites. Jugabamos por excibicion, metafóricamente. Pues los dos ganabamos...
Te di mis fichas, te di mis dados y mi mejor mano...
Hace 7 días todo se fue a la mierda, justo cuando estaba dando todo por el todo...
El que se enamore pierde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario