sábado, 9 de enero de 2010

Culpa que suprime deseos de resignación

... si bien sabemos que la mente funciona a partir de básicamente y para fines prácticos por estímulos, ya sean de cualquier naturaleza, estímulos que se vuelven reacciones que si tienen suerte terminaran volviéndose experiencia.

Es de alguna forma "sencillo" entender el porqué de sus conductas (o de las tuyas), mismas que nos forman como seres humanos, doctores, fotógrafos, amigos, parejas, estúpidos... Es más o menos digerible el concepto de la causa y efecto. Aparentemente es un aparato o sistema que sigue fielmente las experiencias para desarrollar habilidades, vicios, ansiedades culpas, inseguridad, placer, etc.

Por ejemplo, tenemos que: a los 5 años sufriste de el ataque de... un perro, blanco, un perro blanco de 2 años, de pelo rizado. Supongamos que perdiste un dedo (jajá ya sé como suena). Años más tarde, te encuentras con la mujer más hermosa del planeta, pero trae en correas a tres perros blancos de la misma raza que te atacó cuando niño. De alguna manera, (inconsciente, no sé) vas a sentir alguna especie de rechazo, por más bonita que sea la mujer, le tendrás cierto miedo a los perritos. Y esto funciona como mecanismo de defensa.

Existen un montón de reaccionen que pasan dentro de nosotros al mezclar los sentimientos de rechazo y atracción.

Parece sencillo, pero existe algún mecanismo, de millones que actúa distinto en "otras" personas...

Hay gente... sí, hay personas que pueden hundirse varias veces en el mismo barquito mal hecho de papel y no aprender a nadar, y "el cuerpo" puede llegar a tal costumbre que puede empezar a desde disfrutarlo hasta necesitarlo...
todo sin mover un sólo dedo.

Acepto que no soy muy objetivo, ni experimentado, ni mucho menos sabio o poco inteligente en razonamiento practico de este tipo de cosas, pero aprendí lo siguiente:

La culpa no es un estímulo sino una respuesta, una que se "aprende" conforme al perfil, la vida, los traumas, complejos, amor, viajes, periódicos alimentos, juicio, autoestima, etc. La culpa no creo que sea un mecanismo "directo" de autodefensa, pero si indirecto.

La culpa es una especie de indicador de conciencia, que existe cuando tenemos el conocimiento de que algo que hacemos está mal.

Al sentir culpa activas muchas veces la inversa para intentar reparar lo que en tu alrededor sucede, y así al final de cuentas estar "bien" contigo mismo.

Sin embargo, hay algo que no consideramos, y es la individualidad de las personas, es decir (y así lo aprendí) estamos limitados a decidir (para lo que consideremos mejor) sobre las demás personas, y eso hace que finalmente (por frustrante que sea) muchas veces empeoremos nuestra percepción.


(respiro)
(8) enfermo por mentiras (8)

La resignación finalmente llega al comprender que somos tan minúsculos en ciertas cosas para decidir, o para ayudar, y es que en realidad, buscamos ayudarnos a nosotros mismos. Pero es de alguna manera limitante lo que podemos llegar a dejar en las demás personas, créanme, puedes mover tres veces el mundo y regresarlo a la normalidad solamente para sonreír en otro Angulo de la galaxia, y las cosas muchas veces continúan igual.

La culpa es una trampa malhecha, deberíamos eliminarlas, no es ni tan útil ni tan eficiente ni mucho menos placentera, como la ansiedad que acepto experimento en esta noche lluviosa de invierno. (ah como detesto enero)

La culpa de un tercero podría llegar a favorecer la no resignación.


Soy de esas personas inconsistentes, irrealistas, soñadoras, necias e ingenuas....

Y ya se que no se entendió una vez más mi punto, no preguntes, tu sabes a que me refiero ¬¬