Sales al patio. Hace frio. Tomas un cigarrillo de esos que tienes de reserva para "los momentos importantas de la vida". Enciendes el iPod en las cintas digitales de la música de marte, es tal vez una pieza que neceaitas para condensar todo.
Miras al cielo y entonces te das cuenta que es el mas hermoso del año, la luna de octubre y el frío castroso de son la combinación ambiental que por años te ha encontrado conmigo. Enciendes esa reserva con el último fósforo de la caja, pensando tontamente que abrirá tu mente y verás todo con mayor profundidad. El cristalíno mental se pone atento y enfoca lo que necesitas pensar. Entonces las preguntas vienen...
¿Que hice yo para llegar hasta aqui?
¿Me extrañará?
¿Tendrá el mismo sesorden existencial que tengo yo por la separación?
¿Fue mi temperamento el culpable?
¿Fue ella la culpable?
¿Merecemos ésta situación tan incomoda y dolorosa?
Regresas la mirada al cigarrillo y descubres que se consume con rapidéz, él va mas rapido de que tú piensas. (¿por qué es tan dificil esperar 7 días cuando ya lo hice por un año?). La ansiedad te sigue. Se consume mas rápido que tus pregutas!
¿Cuando perdimos la omeostasis?
Ésto a penas empieza...
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